miércoles, mayo 31, 2006

Llueve

La naturaleza de Equis es extraña, la carencia de sombras, la luz pura atrapada en los átomos del vacío sólido que envuelve las cosas, el misterio de sus ciudades abandonadas y el silencio que acecha a los sonidos.
Todo es extraño en Equis.

- Va a llover - Dijo el viejo maestro observando ceñudo el extraño cacharro de mediciones que sostenía entre sus manos.

Miré al cielo. Estaba limpio de nubes, azul y claro. No parecía que fuese a llover. Pero en todos los años de estudiante que llevaba junto a mi maestro jamás se había equivocado. Tenía la certeza de que él conocía todo sobre el universo y que yo nunca llegaría a comprender ni tan siquiera una cuarta parte, ni en un millar de vidas. Aun así me aventuré a hacerle la observación.

- Maestro, no parece que vaya a llover. El cielo esta despejado completamente y hace un buen día, con un sol radiante -

- Espera y veras - Me sonrió burlón y guiñándome un ojo se dio la vuelta y se puso a caminar silbando con aire despreocupado.


El sol estaba alto, las tres del mediodía debían de ser, el calor sofocaba y ninguna nube amenazaba en el cielo.
La lluvia llegó sin ruido alguno, relajada. Aquella lluvia tenía la apariencia de la nieve cuando cae, pero en lugar de los fríos copos de agua helada caían copos de sombras cubriendo todos los espacios donde la luz del sol no incidía. Pronto mi sobra me seguía allí donde caminase detrás de aquel viejo que despreocupado silbaba abriendo la mano a medias para que los copos se aposentasen bajo sus nudosos dedos.

Luna nueva

Ya ha anochecido, empiezo a asearme como siempre.
Observo que al pasar la lengua por mi lomo se desprende más pelo de lo habitual, como a mechones.
Asustada miro al cielo, está oscuro y lleno de estrellas que me observan como miles de ojos inmóviles. No veo la luna por ninguna parte, hoy hay luna nueva y la metamorfosis se volverá a producir como otras veces...

Los gatos siempre hemos sido bastante lunáticos, esta noche que no hay luna desaparece también mi aspecto felino, dejando a la vista un cuerpo de mujer tan efímero como la noche.

Noto como brazos y piernas se me estiran y van dejando caer impúdicamente el pelo que me cubría. La espalda se me alarga mientras la cola se me acorta hasta desaparecer por completo. Las orejas se me van redondeando y el peludo hocico desaparece dejando en su lugar una nariz un poco alargada y una boca pequeña. Durante la metamorfosis las sensaciones son una mezcla de dolor, escalofrío y pudor.

Al final quedo convertida en una mujer delgada, de pechos pequeños y firmes, cara alargada y pelo corto algo más grueso que el de cuando era gata. Mis ojos mantienen sus pupilas gatunas y la visión nocturna, por lo que tengo mayor sensación de poder ser descubierta.

La tenue luz de las estrellas se refleja en mi blanca piel desnuda y yo trato de encogerme para no ser vista por los pasajeros del barco, claro que ahora ocupo mucho más que un gato, así que tendré que buscar un escondite hasta que llegue el alba y con ella vuelva a recuperar mi aspecto felino.

martes, mayo 30, 2006

¡¡Milagro!!

Paseo con la ayuda de un bastón. No solo es mi debilidad, he comprobado que la ausencia de sombras no ayuda a mi precario sentido del equilibrio.
Camino por un sendero musgoso, preclaro en cada uno de sus detalles, con la apariencia de mis visiones más vividas. A unos cincuenta metros, está una de las enfermeras, que no me pierde de vista.
Me siento senil, anciano.
Distingo una silueta en el horizonte del sendero. Cada paso que doy me la revela en sus detalles. Mi curiosidad se impacienta con el tortuoso travelling al que me limita mi convalecencia. Me parece una silueta de hada, agazapada y acechante de las lindes, parece sostener las manos frente a su rostro, sujetando algo quizás… ¿Sorprenderé a una autentica banshee en este remoto planeta? Se mueve lentamente, con una elegancia felina, pero no se siente observada… Sigo acercándome, rezando para que el hada me confunda con un anciano inofensivo, y no desaparezca.
Ahora tengo un buen plano general… Si es un hada, le gustan los videos… ¿Por qué no? Se que a algunas les gusta posar para las fotografías… Lentamente se gira, y me encañona… Estoy lo suficientemente cerca para oír una curiosa exclamación:
- ¡Hostia, que fuerte! ¡El Nota!…
Me acerco lo más rápido que puedo para aclararle la confusión, y presentarme cuando el hada se libera de su yelmo filmador… y me tambaleo, mientras unas palabras afloran en mi consciencia:”los estímulos, las percepciones, son impactos psicofísicos, algunos tan intensos como un puñetazo” Que hermosa es, maldita sea… casi me hace caer.
- Tenga cuidado, no debe ir por ahí deslumbrando a ancianos… - Me mira torciendo la cabeza….
- ¡¡¡Yo también tengo una pulsera como esa!!! ¡¡¡ Somos compañeros de viaje!!!- Me tiende una linda mano después de sacudirme la muñeca con su pulsera en frente de mi cara.
- Me llamo Pytra Oyster

Suelto el bastón para darle la mano, despierto mi kundalini para enderezar mi espina dorsal, lleno mi cerebro, cargo mis neuronas de energía vital, para escudriñar en mi amnesia de eones donde he visto esa cara antes, para perderme en esa mirada, y para decirle:

- Encantado… Soy Altaír.

miércoles, mayo 24, 2006

E Quirón.

Transcripción de una antiquísima estela, en la entrada de uno de los manantiales subterráneos de aguas termales del planeta Equis.




Cuando llegué al llano, tuve que tomar una decisión; ir al valle o a la montaña.
Como me sentí perdido, decidí subir la montaña.
Como estaba desolado, evité el valle.

He venido con el corazón lleno de un secreto; lo único necesario, lo que la vida quería de mí.

He venido con un secreto que se puede susurrar, en una conversación, en el fuego de la intimidad.
No tengo más habilidad.

Antes no sabia lo que era,
no sabia que era una cura.
Ahora soy sanador y farmacéutico. Veo el remedio en el centro de tu alma.
Es lo único que has traído,
lo único que necesitabas tú y nosotros,
lo único que nos llevaremos.

Mi remedio es poco solicitado, porque la enfermedad es curiosa; adormece a los enfermos.
Lo entiendo...
¿Porqué iba a querer un enfermo despertar a su sufrimiento?

A veces lo hacen, y vienen a mí.

Quizás tu tengas una cura mejor, quizás encuentres la manera de sanarlos aun en su sueño.
Pero alguien que sueña que no está enfermo, sino solo ajetreado... ¿Por qué iba a querer ser curado?

Quizás yo sea el enfermo demente, que ve una herida monstruosa, donde solo hay devenir.
Por fortuna, mi remedio, mi elixir, también alivia mi propio mal, como el sueño alivia la conciencia del sufrimiento.

Si ves una herida... ¿No intentas sanarla?
Es verdad que a veces apartamos la vista.

Mi vida es muy miserable... de hecho voy camino de la muerte, como un suicida.
Tampoco antes sabia esto.
Que extraña paradoja... un sanador suicida.
A veces esta certidumbre me provoca una sonrisa torcida.

¿Por qué es así?
Porque mi remedio es poco solicitado, y además, cuando es probado, es definitivo;
Despierta y cura a los pacientes en un mundo lleno de durmientes que no quieren despertar,
y el recuerdo de semejante visión, jamás se borra del todo de la conciencia,
es una herida sobre otra herida.

Es claro... Soy un pésimo sanador... cambio una enfermedad por otra:
“Su medicina era más amarga que mi enfermedad”
“Cambió mi sueño inquieto, por una pesadilla”
Estas frases serán mi epitafio.

Pero como he dicho antes, mi remedio también me cura;
ha hecho de mi muerte algo deseable, de mi decadencia un hermoso otoño.

De hecho, cada día, mis ojos distinguen peor este mundo del otro... a este paso, no seré consciente de mi muerte, entraré en ella como quien entra en un sueño sin saber que sueña... como un bebe en los brazos de su madre, como cualquiera de mis pacientes.
Debe ser así, porque mi peregrinaje cada vez es más dulce, menos amargo.
Como una hermosa puesta de sol que parece eterna.

Ahora bajo tranquilo de las montañas,
subo tranquilo desde los valles,
camino despreocupado por las llanuras.

¿Habré muerto ya?

martes, mayo 23, 2006

Xpa

Soy incapaz de un control voluntario de mi cuerpo. Estoy desnudo y sumergido en una singular terma subterranea del planeta Equis.
El agua subterranea , termal ,del planeta Equis, es luz en estado de plasma, una luz deliciosa, oro liquido.
Unas expertas masajistas, capaz de rehabilitar absolutamente todos los músculos de mi cuerpo, se empeñan en ello.
Soy estirado, retorcido, estrujado, con un cariño profesional y dedicado…
Cuando acaban soy una medusa con un orgasmo.
Mi cuerpo empieza a temblar con sutiles descargas que recorren mi espina dorsal.

- Señor Altaír, estreche mi mano, por favor.

Una dulce voz femenina me pide que apriete… no, que estreche su mano…¿Cómo defraudarla? Mi mano esta deacuerdo con mis intenciones, y estrecha una mano suave y amigable.

- Muy bien, Señor Altaír… dentro de una rotación planetaria, estará totalmente recuperado.

Aun dentro de la calida piscina de luz fluida, soy depositado en una camilla sumergida, y hábilmente empujado fuera de ella por una rampa. Puedo ver las gotas de agua sobre mi piel y la de mis cuidadoras. Jamás olvidaré esta visión.

viernes, mayo 19, 2006

Mares de reflexión

Los mares marmóreos de Equis, aunque en calma, no te ofrecen tu reflejo físico si te asomas a ellos, sino que invitan a la reflexión. Al acercarte y mirar la superficie te sumergen en tu propio interior y te ofrecen viajes por tus más profundos pensamientos, sentimientos, sueños, recuerdos, temores...

Muchas veces encuentras cosas que no sabias que estaban allí, algunas pueden doler, otras calmar el fuego del alma, pero siempre habrá algo nuevo que aprender en esas zambullidas.

Según dice el niño lama después de un viaje por tu propio interior saldrás fortalecido, aunque la sensación inicial pueda ser de angustia o abatimiento. No estamos acostumbrados a viajar por nuestro propio interior.

Tengo miedo de viajar por mi interior, dejemos que los mares de Equis nos ayuden en el viaje con su calma.

lunes, mayo 15, 2006

Las 7 vidas de un gato

Mi padre era un gato y tuvo 7 vidas como todos. El viernes pasado agotó la última.
Sólo puedo decir que cada una de las que vivió lo hizo intensamente, unas más feliz, otras menos... pero siempre a su manera.

Está última ha durado alrededor de un año y creo que ha sido bastante feliz, al menos se que la apuró hasta el último momento como él quiso. Pasó los últimos momentos solo, pero fue su elección, casi todos los gatos solemos hacerlo si nos lo permiten, desaparecemos cuando vemos llegar el final y que nos encuentre ya pasado el trance.
En su caso ni siquiera vio llegar el final, aunque para los demás era bastante evidente que tenía que llegar en un momento u otro.

Hasta para el último adiós fue especial, a lo grande y acompañado por el número 19 que tantas veces lo llevó a uno de sus mundos favoritos. Esta vez el viaje es sin regreso.

Un beso allá en el mundo pequeño o grande en que te encuentres ahora.

viernes, mayo 12, 2006

TherapiaX

- Enfermeras, preparen al señor Altaír. Vamos a darle un paseo.

Esto fue lo que escuché desde la profundidad de mi sueño, luego recuperé la sensacion de manos cuidadoras y cuidadosas, que manejaban mi pesada inercia con destreza antigravitatoria. Recuperé la visión primero durante un instante para verme instalado en una silla levitadora, con mi cabeza ligeramente ladeada, y mis labios babeantes, y mi mirada indagando el vacío... Luego me volví a ver a mi mismo y a mi asistente en una amplia plaza. La enfermera, queriendo conjurar mi sueño empieza a relatarme con sonsonete de guia turística:

- Nos encontramos en el planeta X, señor Altaír. Un planeta singular por su ausencia de sombras y de vida antropomorfa... Aunque como puede ver, es evidente que podría ser perfectamente
habitado... Curioso... ¿No le parece?

Se toma una pausa, para dar unos pasos alrededor de mi, como si quisiera explorar por mi, porque me da la sensación de que ella ya conoce el lugar. Lentamente vuelve a mi lado y continua su relato.

- Aunque no esta claro del todo, los planetólogos creen que la ausencia de sombras se debe a una especial cualidad reflectora de su atmósfera, combinada con características especiales en el espectro luminoso de su sol. Personalmente esto es lo que más me fascina... Observe...

Veo como se coloca delante de mi y hace un gesto con sus manos, uniéndolas y ahuecandolas como si hubiera atrapado algo vivo, pequeño y huidizo en ellas... Me observa con una sonrisa divertida y acerca sus manos a mi rostro, muy cerca de mis ojos físicos. Con intensidad pienso:" ¡Estoy aquí arriba!" pero no deja de concentrarse en mi cuerpo laxo...

-¿Preparado? - Súbitamente abre las manos...¡ y de ellas escapa un destello!

-¿Lo ha visto? Vale... ¡Puedo repetirlo!

Ceremoniosamente, con maneras de ilusionista, vuelve a ahuecar las manos, y a soltar esa extraña luz enfrente de mis ojos sin parpadeos... o no.

- ¡Vaya! ¡Un parpadeo!... Lo tomaré como un: ¡¡ooooooooohhhhh!!. - Mirando con embelesamiento alrededor de la plaza sigue hablando - ¿No es increíble? Luz fluida, luz transportable, entrando y conquistando todos los huecos... ¡Fijese en mi boca!- Rápidamente se agacha un poco delante de mi y me enseña todos sus empastes... y un paladar sutilmente iluminado. - ¿A que parece que me he tragado una linterna?.

jueves, mayo 11, 2006

Quizás

Hay días que el fuego del corazón aviva sus llamas cuando menos te lo esperas.
Si en uno de esos días se te ocurre presionar ligeramente entre los huecos de las costillas, ese fuego sube derritiendo lentamente el hielo que recubre el cerebro intentando verterse poco a poco por los ojos.

Quizás esa llama no debía quemar tanto.
Quizás ese hielo no debiera estar allí.
Quizás...
Quizás no debería plantearme todas estas cuestiones.
Quizás las cosas no tengan que ser como “deberían” ser.

No venimos con manual de instrucciones.

martes, mayo 09, 2006

Onirútero.

Mi coma es un útero onírico, de tibieza amniótica, de fluido amnésico.
Mi camarote ya es un verdadero camarutero, y mi espíritu un feto en el vientre de la conciencia, no se si mia...
No me importa lo que esta pasando al otro lado, o en todas partes. No me conmueven ni las edades, ni los tiempos, ninguna nostalgia.
Todos los planetas, todos los universos, todos los embriones, rumiamos el mismo espacio silencioso, que es como una madeja, en manos de una Penélope aburrida y amargada.

sábado, mayo 06, 2006

Equis

Equis es un planeta solitario, abandonado en el largo extremo del brazo de una vieja galaxia que no aparece indicada en los mapas.
Un Sol benévolo sobre un cielo de hermoso e intenso azul lo adormece en una calida estación, salvajes bosques se extienden devorando la borrosa distancia del horizonte y sus mares tranquilos dan la impresión de haber sido esculpidos en mármol turquesa de vetas blancas.
Equis posee ciudades majestuosas, de altos rascacielos que parecen pretender rasgar la delicada piel celeste de la atmósfera, la tierra es surcada por infinitas serpientes de asfalto dibujando intrincados laberintos que escapan en mil direcciones, conectando las perezosas bestias de hormigón y acero unas con otras.
Un agradable sopor te acompaña mientras vagabundeas por las tranquilas calles adormecidas, hasta que te das cuenta del silencio, un silencio que tiene la voz de un muerto, y luego el vacío.

Caminas por Equis buscando alguna señal de vida, algún sonido que quiebre el pesado silencio que a cada momento te va inquietando, ahogando. Un silencio que da la impresión de estar vivo y alerta, acechándote.
Y de pronto descubres. Equis no posee sombras. Como si aquel silencio terrible las hubiese devorado junto con toda la vida que una vez hubo. Ni los altos rascacielos de millares de ojos, ni los árboles de gruesas ramas atestadas de hojas, ni las nubes gigantes que navegan bajas. Nada proyecta sombra sobre la tierra de Equis, el mundo mas alejado de una vieja galaxia que ni siquiera figura en los mapas.

miércoles, mayo 03, 2006

Como gato mojado

La humedad de este planeta me está reblandeciendo el cerebro y el cuerpo.
Trato de sacudirme todo el agua pero lo más que consigo es desbloquear ciertos puntos energéticos que me hacen sentir..., me hacen sentir..., bueno, no se que me hacen sentir pero no es agradable.

Me siento “chof”, me siento como una ameba, tengo ganas de hacer nada.
Soy un gato y mi tarea consiste precisamente en hacer nada la mayor parte del día, pero el resto de animales que habita en mi interior no me dejan, están todos peleando, ninguno se encuentra a gusto; creo que por ahora se impone la obsesiva serpiente.

Veo frente a mi un arco iris emborronado, no se si hay alguien pintando con sus colores o mi vista me engaña y me hace ver alucinaciones paranoides emborronadas.