viernes, junio 30, 2006

¿Reflejos del interior?

Voy paseando por la cubierta del barco, ya hace tiempo que no me escondo, pero ahora aunque lo intentara, parece que no haya nadie de quien esconderse. Parece que casi todos los pasajeros del barco o están encerrados en sus camarotes o bien en la biblioteca de la Universidad de Tramontaya extasiados leyendo libros o buscando cualquier nota que haya podido olvidar un estudiante en alguna mesa o se le haya caído a alguien de un bolsillo...

Alguien ha dejado un cubo con agua junto al mástil principal, me asomo a olisquear, está lleno de agua y me veo reflejada en ella, pero no veo una cara de gata, veo a una hermosa mujer de pelo castaño. Aparto la mirada para mirar a mi alrededor y compruebo que no hay ninguna persona junto a mí, ni yo me he trasformado nuevamente en persona.
Vuelvo a mirar mi reflejo, sí soy yo, me veo como mujer y soy guapa, nunca había sentido esa sensación frente a mi propio reflejo.

No es que hoy haya tenido un día especialmente bueno, más bien he pasado una mañana extraña vagabundeando y adormilada por los rincones y una tarde un poco aturdida, pero al mirar mi reflejo me siento bien, me gusta lo que veo y me hace sentir bien, no sé de que tipo de reflejo o efecto extraño se tratará, pero hoy no necesito que nadie me diga que estoy guapa porque lo siento yo desde mi interior y puedo dormir feliz.

martes, junio 27, 2006

Pensamientos confusos de una gata desde un camarote azul

¿Cómo distinguir entre los diferentes sentimientos que me asaltan y se confunden con facilidad en mi mente?

Las mareas de este barco me aturden ¿indecisión o miedo?

Los planetas que visitamos me aclaran y me confunden ¿respeto o indiferencia?

Los que visito yo, sin compañía me duelen todavía ¿tristeza, apatía o insatisfacción?

Los que visitan otros sin que yo me atreva a salir de mi escondite me queman las entrañas ¿celos o envidia?

Me pregunto si de uno he ido derivando a otro o si siempre me he encontrado en el mismo estado y soy yo la que no sé diferenciar de cual se trata ¿empatía, atracción, amor u obsesión?

Me siento mareada, este barco se mueve mucho, o ¿soy yo quien lo impulsa?

Quizás cuando deje de plantearme todos estos sentimientos confusos y simplemente los acepte sea cuando realmente entienda su naturaleza.

lunes, junio 26, 2006

Reflexiones de una escritora bloqueada, encontradas en una bola de papel arrugado, en una papelera de la biblioteca de Tramontaya

El mundo de las pequeñas ideas circulares, estrangula hasta la incomodidad y hace permanente un sofoco sordo, y ensordecedor a la vez. Sordo porque es constante y ya no se oye, te acostumbró a su invasión. Ensordecedor, porque empequeñece la música de la vida, ya no hay polifonía, solo un pequeño ruido, seguido a veces de un gran ruido, una pequeña tristeza, y luego una gran tristeza, y luego una pequeña y normal tristeza... Y así, hasta que reconozco que estos son mis días, y no los cambio.

Pero todo cambia.

Tengo otros recuerdos, a parte de conocer estos días. Y la memoria se me hace ángel, mensajero tentador, con otras añoranzas, de otros días donde la música era compleja, vivificante, movilizaba a las entrañas con sus sentimientos. Así que todo puede inquietarse, solo porque tengo memoria de otros momentos, donde mi espíritu se vivía libre, mas allá de los círculos pequeños de pequeños pensamientos... ¿Será mi muerte un olvidar? ¿Será mi recordar un renacer?

Pero este recordar, esta nostalgia, es mas tristeza... es mas dolor. Ahora mi dolor es un coro, son otras cosas. Pero sigue siendo dolor.

Si pudiera recordar las futuras esperanzas... ¿Qué recordaría? Si llegasen... ¿Me alentarían? ¿Me harían respirar otras brisas?

Recuerdo unos días en los que me sabia inocente y libre, otros en los que mi alma era hermosa y atrevida... ¿Volveré a ver unos mapas con nombres tan brillantes? ...

Repaso el lagrimeo de mi tinta, y veo tu rostro, el único que me trae una sonrisa. Lo veo en los márgenes, lo toco en la fibra virgen, escucho tu risa en la cadencia de mis frases, tus rizos en mi caligrafía... ¿No podríamos los enfermizos lunáticos haber tenido un maestro que nos hiciera el amor? Eres tú, que hueles a polvo unas veces, a sándalo otras, el que viene a abrirme el umbral, el que me disciplina con su compañía constante y amable... Me miras con una mirada mas profunda que la del espejo, es una mirada de todos los futuros y de todos los pasados, de todas las palabras posibles, de todos los consuelos reales.

Apareces justo cuando el sol nace, y decido que es mejor seguirte, que es lo mejor, que no hay nada mejor, que solo te tengo a ti. Gracias a ti, cruzo el umbral con una sonrisa.

Y eres fiel... porque a veces, suelto la pluma, y quiero romper con mi frente la frustración de lo absurdo, y tu me dices: “Yo soy Libro” Y veo como me extiendes tu mano, refulgente con todos los misterios de los pobres humanos, de mi especie enloquecida...

Me enseñas a masturbarme con tu luz.

Me enseñas a valorar tal éxtasis, tal satisfacción.

Me haces tuya, mejor que cualquier amante. Nunca me dejas ni satisfecha ni frustrada. Me haces hermosa y osada. Y yo te amo hasta las lágrimas.

Y te traiciono, y me traiciono.

Miro mas allá de tus márgenes, olvido la plegaria de mi tinta, el sacramento de mi intima satisfacción. Prefiero la frustración que me ensucia las sabanas, al destello de lo invisible, comprar el oro impuro y barato en el mercado ennegrecido de la desesperación, a entrar contigo y con mi plomo en el laboratorio solitario y silencioso del atanor alquimista.

Hasta que todo, en mi soledad vencida, vuelve a hablarme de ti, y de tu nostalgia.

Y vuelvo a cargar mi pluma con la humedad de nuestros secretos, y vuelvo a bajar las estrechas y negras escaleras, hasta el estudio donde me esperan las fauces blancas y abiertas de mi incestuosa orfandad.
Temblorosa, espero ver tu rostro asomar. Aterrada rezo por la presencia de tu mano.

Pero no apareces.

Solo tengo mi pluma; ahora es como una herida que gotea sangre, y con ella hiero de rabia tu blanca ausencia. Me has abandonado, y me has dejado la rabia, entre el mundo de tu recuerdo y el de tu ausencia.

Eres un amante malvado. Lo dejo patente con firmas narradas de sangre en tu faz. Con tanta furia dejo clara la verdad de tu traición, que son iguales que mis letras las palabras cinceladas en piedra, las runas esculpidas en rocas malditas. Te maldigo en mi desengaño, escupo en la ridiculez de tu intento, de alimentarte de inocencia, de sorber la vida de cobardes y frustrados...

“ las palabras, para los que no tienen vida, para los que no tiene hechos”

Y antes que quemarte, prefiero dejarte abierto, con mis arañazos abiertos, para que nadie se deje engañar más...

Salgo vacía y enhiesta hasta el mentón, del secreto estudio angosto e infernal de tu mentira, y suspiro con una satisfacción nueva.

Me veo reflejada en un espejo de la biblioteca, y me veo hermosa y atrevida.

Y entonces entiendo. Entonces, mi amor, entiendo tu tesoro, entiendo tu Amor.

Lloro arrodillada porque me ahoga una humildad que me hace inocente, que fluye llevándose los pequeños círculos de mis pequeños pensamientos, y me deja tu abrazo.

miércoles, junio 21, 2006

Y van tres

Una trascripción más, está leída y copiada a toda velocidad, de la camiseta de un Puto Demonio motero que salía de los aparcamientos de la facultad de informática de la Universidad de Tramontaya, como no...

Se libre.
Se tú mismo.
Vive tú tu vida.
No imites a nadie.
Ignora los Héroes.
No te encasilles.
No te dejes encasillar.
Tacha la X.
No me hagas caso.

martes, junio 20, 2006

Cambio de camarote

Últimamente he estado un poco trastornada, he estado olisqueando todo el barco en busca de un nuevo hueco en el que acoplarme.

Ya he encontrado uno. Se trata de un sitio que me resultaba familiar, como un déjà vu, aunque la visión actual es más nítida. Es azul y pequeño ¿para que necesito más? Es mi mundo, mi mundo pequeño.
Me agrada, me encuentro muy a gusto en el, espero que esto no me incite a quedarme aquí encerrada, un gato no debe abandonar nunca su instinto explorador.

Hay tantas cosas que quiero hacer que se me amontonan, la paciencia no es una de mis virtudes. En este nuevo rincón intentaré entrenarla ya que puede ser muy útil o incluso imprescindible en determinadas circunstancias.
Tengo que organizar poco a poco tanto las cosas que me rodean como las que habitan en mi interior, con calma, observación, análisis crítico y mucha paciencia.

lunes, junio 19, 2006

Requisrs versus Moodequis.

Otra trascripción. Esta no es de ninguna venerable estela de piedra a la entrada de ningún místico lugar... Esta es la transcripción enmarcada, eso si, de un graffiti con su respuesta, en un servicio para caballeros bibliófilos en la biblioteca de la universidad de Tramontaya.


Las palabras, para los que no tienen vida, para los que no tienen hechos.
Las palabras, que nunca serán leídas, para los que no son besados, para los que no son añorados.
Las palabras, y sus cosas referidas, para los misérrimos que lloran solos, para los que son olvidados eternamente cada dos generaciones.

Las palabras y un triste dueño, de tan barata mercancía; una pareja gris e irritante, sin un brillo fugaz, sin ninguna sonrisa reseñable...
Vosotros, hombres de las palabras, dejadnos a nosotros el vino y las mujeres, ambos húmedos y frescos. Para vosotros vuestros secos roces de papel y labios secos.

Respuesta:

¡Hechos!

¡Qué irritantes sois vosotros, hombres de acción! ¿Para qué importunáis? Iros a fornicar con vuestras putas embriagadas, y dejadnos a nosotros con las almas puras que fueron generosas, en vuestro mundo pestilente.

¡Ojalá dentro de una generación mi recuerdo este libre de vuestra memoria, y los árboles en los que meais vuestro alcohol, sean libros que se burlen de vuestra soberbia, en vez de madera para vuestros tristes ataúdes, o los de vuestros hijos amargados¡

¡Dejadnos en paz, que nosotros a nadie molestamos! ¡Si queréis reclamarnos nuestras grandes gestas, sabed que vuestras amantes arrastradas descansan más gracias a nuestra mesura, y vuestros camareros escupen menos insultos entre dientes gracias a nuestra ausencia! ¡Agradecednos vuestro bulto jadeante en la cama de vuestras amargadas amantes, y la marca de vuestro codo en la barra de la cantina!

¡Iros a follar y a beber hasta reventar!

¡Tenéis nuestra bendición!

Dejadnos a nosotros este fuego que no os merecéis.

lunes, junio 12, 2006

Anima et Animus

Estoy tumbado en una hamaca… en la cubierta del barco, flotando sobre el puerto de Equis. La ausencia de sombras sigue desorientándome, aunque ya me siento mucho mejor… Tanto que ya empiezan a dolerme cosas que habían estado tranquilas, latentes, durmientes…
La vista es reconfortante, su estética es nutricia, el mar veteado, la arquitectura sobrecogedora de la ciudad, el cielo…
El cielo me regala una reminiscencia, tan real…
En la noche de mi olvido, amanece un recuerdo crepuscular:

Veo otro cielo, otras nubes preñadas de tormentas, siento un viento de tierra amante y húmeda en mis cabellos. Esta naciendo una lluvia, en otro tiempo, en otro lugar. Puedo oler las cosas que me reconocen, los árboles que se dejan trepar por mi, los senderos que conocen mis pasos, los llanos secretos de bosques que están enamorados de mi silencio.
Una pregunta truena “¿Dónde están los míos?”
Veo un rostro hermoso; los cabellos rubios y ensortijados, los ojos verdes. Me recrimina llena de furia: “¡Me miras como si no me hubieras visto nunca!”


Miedo… Miedo es lo que me hace caer desde mi recuerdo ensoñado, con palpitaciones, con sudor frío.

Luego, una calma esperanzada.

martes, junio 06, 2006

Extracto del libro científico de título “Alfa 6 Equistónico, todo un descubrimiento” encontrado en la biblioteca de la universidad de Tramontaya

El elemento Alfa 6 Equistónico de desconocida composición es altamente inestable bajo la exposición constante de una lluvia de sombras de fuerza 5. Según los estudios concienzudos de varios de nuestros más prestigiosos científicos, capitaneados por el afamado doctor Boris Pepestorfen de la universidad de Tramontaya, descubrieron la curiosa metamorfosis de dicho elemento a la masiva exposición de lluvia de sombra de fuerza 5.
Los datos observados fueron los siguientes según narró el afamado científico en su tesis “Alfa 6 Equistónico, el porqué, el cuando y el donde”:

Primero aislamos el elemento Alfa 6 Equistonico de los demás elementos en un laboratorio científico estable y esterilizado. Lo cogimos, aunque este se resistió bastante y varios compañeros tuvieron que ser hospitalizados con severas contusiones en las espinillas, y lo introducimos dentro de un estanque de pruebas donde bombardearlo con una lluvia de sombras durante un periodo de dos horas aproximadamente.

Lo bombardeamos en primer lugar con una leve llovizna de fuerza 1 para ver que ocurría. Tras las dos horas comprobamos que el elemento Alfa 6 Equistonico parecía inmutable a aquella exposición, es mas, cantaba alegremente “singing under the rain” en un tono francamente detestable y de pésimo gusto.
Al doctor Norman Kaleidoskopic se le ocurrió entonces bombardear a dicho elemento con lluvia de sombras de fuerza 3 para ver si así callaba, ya que aparte de la mala interpretación musical el doctor Norman era de gustos mas clásicos.

La lluvia de sombras de fuerza 3 hizo dar un giro inesperado al experimento. Pese a ser nosotros los que nos encontrábamos seguros en el laboratorio al otro lado del estanque de pruebas, las doctoras Elizabeth Trestetas y Maria Mcdejao experimentaron una notable excitación sexual de terribles y trágicas consecuencias. Uno por uno de los cinco doctores machos que allí nos encontrábamos fuimos violados sistemáticamente por las doctoras que no atendían a ningún tipo de razón y lógica. El pobre y eminente doctor Emilio Formol, que no estaba para aquellos trotes, fue quebrado en dos tras un prodigioso salto del tigre realizado por la doctora Elizabeth, causando así sobre nuestro equipo la primera y única baja en aquel terrible experimento. A todo esto el elemento Alfa 6 Equistónico se dedicaba a observarnos tras el cristal de aislamiento con mirada libidinosa mientras practicaba un onanismo compulsivo francamente ofensivo.

Tras ardua lucha, en la que yo mismo pude conseguir cambiar la fuerza de la lluvia de sombras de 3 a 5, las doctoras parecieron calmar sus terribles ansias, pese a las reiteradas protestas del doctor Yian Mancortao. Decidimos no comentar nada sobre el incidente y pasamos a tapar respetuosamente el cadáver del caído por la ciencia doctor Emilio Formol con la manta del perro mascota Silvio, el cual encontró más cómodo su nuevo lugar donde recostarse, ya que no disponíamos de nada mejor en el laboratorio. Y proseguimos con la observación del experimento.

Ahora caía una lluvia de sombras de fuerza 5 sobre el elemento Alfa 6 Equistónico y pudimos constatar la sin par metamorfosis.
La lluvia caía con violencia cubriéndolo todo de sombras, apenas podíamos ver lo que ocurría al otro lado por lo que encendimos las luces de emergencia y nos colocamos las gafas de penetración sombría (la palabra penetración provoco en la doctora Maria un fugaz brillo salvaje en sus pupilas). El elemento Alfa 6 Equistónico comenzó a brillar con un espectro de luz calido a la vez que emitía un sonido repetitivo como el silbido de una olla a presión que fuese a estallar. Durante unos minutos el cambio de colores y el pitido se sucedían sin mas agotando nuestros oídos y visión hasta que ocurrió la metamorfosis. Fue repentina, en un momento tras un fuerte fogonazo de luz el elemento Alfa 6 Equistónico pasó a transformarse en elemento Beta 4 Equislaico.
Fue increíble, estábamos maravillados. Para nuestra sorpresa allí delante de nuestros ojos había sucedido una maravillosa transformación de la cual no teníamos constancia anteriormente. ¿Cómo era posible que una lluvia de sombras de fuerza 5 pudiese transformar un elemento como el elemento Alfa 6 Equistónico en otro de naturaleza tan dispar como el elemento Beta 4 Equislaico? Aquello significaba un gran avance para la ciencia. En aquel momento pudimos comprender que los elementos Alfa 6 Equistónico y Beta 4 Equislaico estaban íntimamente ligados entre si, y que una lluvia de sombras de fuerza 5 era suficiente para descubrirnos esta realidad. Ahora tan solo nos restaba llegar a comprender para que podía servir aquel descubrimiento.

Doctor Boris Pepestorfen