lunes, octubre 30, 2006

El diario

Llevo en el bolsillo de mi camisa una hoja de papel arrugada
tatuada de indecisiones.

Es mi pequeño libro de bolsillo
sin principio, desarrollo ni final.
Sólo garabatos y borrones.

domingo, octubre 22, 2006

"Chö la chab syn chio"

"Los pájaros del paraíso"

¡Levantaos, amantes de la verdad!
Dirijámonos hacia el Cielo.
Bastante hemos visto ya de este mundo,
Tiempo es de contemplar el otro…

¡No, no, no¡ ¡No os detengáis aquí.!
Puede que derramen belleza los jardines,
Más acudamos al jardinero mismo.

Vayamos,
Resignándonos al océano
Cual torrente impetuoso.
Vayamos,
Cabalgando sobre las olas
Espumosas del mar.

Partamos de este desierto
De lágrimas y hambre
Hacia la fiesta de los desposados.
Cambiemos nuestra expresión,
Del color azafrán al rosado
De las flores del árbol de Judas.

Acelerados laten nuestros corazones,
Como hojas a punto de caer, temblamos.
Déjanos convertirnos en montaña inconmovible.
No hay escapatoria del dolor del exiliado;
No hay escapatoria del polvo
Para quien en cuenco de polvo vive.
Déjanos ser como los pájaros del paraíso
Que vuelan sobre agua dulce y potable

Rodeados estamos por las formas
Del creador sin formas.
¡Ya esta bien de estas formas!
Acudamos a quien No Tiene Forma.

Es el amor nuestro constante guía
En este camino lleno de dificultad.
Aunque el rey ofrezca protección
Mejor es viajar con la caravana

Somos la lluvia que cae
Sobre un tejado con goteras.
Deja que evitemos los agujeros
Y en el canalón dulcemente caigamos

Somos arcos torcidos
Con cuerdas que de pies a cabeza nos recorren;
Pronto estaremos rectos
Cual flechas lanzadas al vuelo

Corremos como ratones
Que han visto al gato,
Mas somos el rugido del león.
¿Qué esperamos para ser ese León?

Que nuestras almas reflejen
De nuestro Maestro el amor.
Precedámoslo
Con un puñado de regalos.

Quedemos ahora en silencio
Y pueda hablar el Dador de la Palabra.
Guardemos silencio para oír
En la noche Su secreta llamada.
Rumi

Biblioteca de los libros en blanco

Dentro de esta biblioteca se pueden ver cantidad de libros perfectamente colocados y clasificados por categorías:
- Libros sobre gustos y colores.
- Libros para los que no quieren leer.
- Libros para la reflexión sobre nada en concreto.
- Libros para descargar pensamientos.
- Libros interactivos.
- Libros para llorar, sin que se emborronen las letras.
- ...

Esta tarde he estado leyendo uno de esos interactivos, bueno, en realidad empieza escribiendo uno algo en el libro, lo primero que se le pasa por la cabeza, y entonces ya puedes empezar a leer el libro, empiezan a aparecer consejos o reflexiones sobre lo que has escrito. A veces puede llegar a darte un poco de dolor de cabeza, aunque en realidad sea bastante útil.

Después de utilizar uno de esos libros interactivos, recomendaban coger uno del estante “Libros para descargar pensamientos”, en los que escribes tus preocupaciones o los pensamientos que te dan vueltas en la cabeza durante más tiempo de la cuenta o bien que llegan a bloquearte, y allí se quedan, fuera de la cabeza. Pero esos ya los conocía y hasta los había usado alguna vez, así que en su lugar decidí coger uno de “Libros para la reflexión sobre nada en concreto”

No recuerdo lo que leí, sólo que me desperté encima del libro, se ve que me quede dormida sobre él, de forma que al despertar no me sentía nada cómoda. No se si me habré clavado alguna esquina de la encuadernación o me habré cortado con alguna de sus páginas o se me habrá quedado marcada en la piel alguna de sus reflexiones punzantes durante el sueño, pero cosas que antes me parecían de lo más naturales ahora me hacían sentir incomoda. Quizás en el futuro sea para mejor y me hagan aprender cosas de alguna de mis vidas, pero ahora mismo sólo veo que hay cosas que debo cambiar y no sé como.

Creo que tendré que volver a consultar algún libro interactivo, pero no es el momento, estoy demasiado cansada y aturdida. ¿no hay libros que acaricien el lomo de un gato?

sábado, octubre 21, 2006

El Gran Bazar de los Libros Proscritos

El Gran Bazar de los Libros Proscritos guillotinó de golpe mis pasos presurosos. El cartel que colgaba de la puerta lo decía bien claro “asegúrese de que nadie le vea entrar, estos libros pueden costarle la cabeza”. Semejante advertencia picó mi curiosidad, quién podría resistirse a no echar una ojeadita, aunque fuese una pequeña. Me aseguré de que nadie me vigilaba y furtivamente entré.

Un olor a rancio y antiguo mezclado con incienso golpeó duramente mis fosas nasales al abrir la puerta. El lugar era oscuro y pequeño, apenas mas grande que el camarote de un barco, iluminado débilmente por una lámpara de vivos colores que reposaba sobre una mesita de madera. Un viejo vestido con una chilaba azul y de aspecto árabe leía, cómodamente sentado lo más cerca posible de la luz, un viejo tomo carcomido por el tiempo. Alzó sus ojos hacia mí lentamente, como costándole apartarlos de la lectura o quizás acostumbrándolos poco a poco a mirar otra cosa que no fuesen los apretados renglones a los que había dedicado horas de contemplación. Se apartó de la cara las gafas y respiró profundamente, una sonrisa afable apareció en su rostro.

- Hola amigo ¿Qué tal?- Me saludó con voz amable.

Me quedé allí, quieto, sin responder, buscando las estanterías atestadas de libros que supuestamente debían existir en aquella habitación, pero únicamente enormes tapices con motivos florales cubrían las paredes.

- Er… hola ¿Esto es una biblioteca, no? - Pregunté al fin.
- Claro que lo es. Lo pone bien claro en la puerta. El Gran Bazar de los Libros Proscritos, eso dice, este es el lugar, así se llama. -
- ¿Seguro? – Sus palabras no me convencían, temía haber caído en la trampa para turistas de un maquiavélico vendedor de alfombras dispuesto a engatusarme con té de manzana y amabilidad.
- Yo no bandido – Me respondió sin abandonar la sonrisa.- Este lugar es lo que es. ¿Quiere comprobarlo? ¿Alguien le ha visto entrar?-
- Er… si, claro que si y no, no me ha visto entrar nadie. –

Me miró fijamente a los ojos, escudriñando en ellos la mentira, con el semblante serio como el de un juez. Al momento su afable sonrisa volvió y suspirando se levantó del sillón se dirigió a una de las paredes tapizadas de la habitación y agarrando el extremo de uno de los tapices lo descorrió a lo largo mostrando una puerta de arco del que una escalera descendía serpenteante, de abajo llegaba el leve resplandor de titilantes antorchas y un aire calido.

- Bien, amigo mío, esta es la entrada a la biblioteca. Yo le espero aquí, estoy algo mayor para andar subiendo y bajando escaleras, espero que encuentre algo de su gusto. –

Y volviendo a suspirar regresó a las ocres páginas de su libro.


La escalera serpenteó durante un rato hasta llegar a un angosto pasillo que se perdía curvándose, este se encontraba flanqueado por estanterías repletas de libros de todos los tamaños, grosores y colores posibles. Tras la curva la biblioteca se bifurcaba perdiéndose en otros pasillos de estanterías. Y de cada pasillo otros salían, o entraban, convirtiendo el lugar en un laberinto.

Allí me sumergí en la lectura de tomos que nunca fueron publicados, tomos quemados o destruidos, asesinados apenas sus puños terminaron de escribirlos o antes incluso de acabarlos. Eran libros proscritos en efecto; libros escritos por mujeres en tiempos en que les estaba vetado escribir, opinar o incluso amar; de poetas que levantaban voces de ira y fuego contra dictadores, reyes y gobernantes; de científicos y filósofos locos que imaginaban utopías y maravillas cuando estas estaban prohibidas; libros de paganos en eras de santas inquisiciones; de presos en cárceles; de putas de prostíbulo; de sacerdotes enamorados; de asesinos y suicidas; de maricones y mendigos; de condenados y juzgados; de mudos y mancos; de muertos y olvidados…


Para cuando salí de la biblioteca ni el viejo ni su libro estaban. Sobre la mesita de madera una nota escrita dirigida a mí rezaba:

“Llévate todos los libros que quieras, son un regalo. Cierra bien cuando salgas.”

Me llevé todos los que pude y tras cerrar volví a mirar el cartel de la puerta:

“El Gran Bazar de los Tapices Bonitos.
Asegúrese de que lleva dinero al entrar, estos tapices son una verdadera belleza.”

En el restaurante

Abandono risueña la exposición de Ángel... esas tiras de los muertos son endemoniadamente divertidas.

Un poco más allá, tras las colinas, se dibuja un desvencijado edificio que atrae mi atención de inmediato, por lo que decido acercarme.

"Sólo para locos. Pasen y lean", ilustran unas letras doradas bajo el umbral. Dos San Bernardos con anteojos se lamen los hocicos y se dejan acariciar amodorrados. Me disponía a coger la aldaba cuando un distinguido pingüino con gafas de cerca me abre la puerta y me invita a pasar.

"Deje que Pensamiento le acompañe a su mesa", me indica el camarero con un marcado acento lapón. Otro pingüino más joven me ofrece una copa de champán y me conduce a una pequeña mesa iluminada por velas aromáticas y un flexo.

Esta vez el acento era de un falso francés forzado. "Deje que nuestro sumiller le aconseje en su elección de maridaje. Libros con vino, vinos con libro, el orden no altera la ensoñación."

Tras mi asentimiento, inmediatamente aparece un viejo búho de disimulado carácter, aunque bien educado.

- ¿Qué desea leer, señora?
- Pues verá, no me decido entre el ensayo político o el último best-seller.
- Interesante, señora. Para el ensayo político tenemos un excelente Reserva Tinto del 99, un vino rico, elegante, con abundancia de sabores correctamente coordinados y bien armonizados con la madera. La entrada en boca es muy sedosa, dando paso a intensos sabores de frutas rojas, vainillas, especias y el toque mentolado típico del productor. Es persistente y suave, pero manteniendo cierta tenacidad y terminando con la acidez característica de la tinta fina de la Ribera.
- ¿Y para el best-seller?
- Le aconsejo un Tempranillo
- Tráigame "El lobo estepario"
- Fabulosa elección. ¿Me permite aconsejarle 10 vinos diferentes que pueden interesarle?
- Sorpréndame. O mejor, tráigame uno para cada capítulo.

viernes, octubre 20, 2006

El estante de los Libros Inacabados

El origen del mundo. La obra definitiva. Stephen Hawkins
El kamasutra. Confesiones sexuales de un contorsionista
Glorario de dictadores del mundo.
Cómo dejé de fumar. Joaquín Sabina.
La suerte la haces tú. Carlos Sainz.
Guía rápida para lavar a tu gato. Tú solo puedes hacerlo. Edición especial plastificada.
Aprende a decir Sí. El dr. No

...

jueves, octubre 19, 2006

El estante de las Ediciones Curiosas

- El Quijote, de William Shakespeare
- Rafaella, comedia romántica de Edgar Allan Poe
- Pirámide de Keops. Manual de instrucciones
- El Principito, de Maquiavelito
- Kamasutra para obispos. Anónimo
- Mein Kampf, de A.H. Prólogo de George W.B
- Libros de sabores para cabras
- El Necronomicón contado a los niños.
- Moby Dick, versión corregida por Greenpeace


(...)

martes, octubre 17, 2006

Sobrecogedor

Reproduzco mi muy ensayada "pose de intelectual nº 134" mientras admiro uno de los dibujos enmarcados de Ángel. Esa tinta aguada tan propia de mi amigo, esa siluetas oníricas, la fantasía que se sale del cuadro...

De repente empiezan a brotarme las lágrimas...

El gato me tiende un klínex discretamente.

Una chica parada junto a mí, me susurra- Sobrecogedor ¿verdad?

- Y que lo diga, señorita. En la Tierra, antes de partir, le compré a un marchante de arte este cuadro por 3.000 €. Pero si resulta que está aquí expuesto, eso sólo puede significar que el mío es una...

Y me se caen dos lagrimones como dos bombillas...


lunes, octubre 16, 2006

Exposición de olor a libros

Andaba yo paseando por las calles de Bibliotón cuando poco a poco notaba como un olorcillo se introducía por mi hocico hasta llegar a invadir todo mi cuerpo, era un olor intenso, amargo y penetrante. Me dejé arrastrar por el y llegue a un sitio en el que había un cartel que decía “Libros con Café”. Evidentemente lo que yo había olido no eran las pastas ni el papel de los libros que habían por todas las estanterías.

Entre las estanterías habían algunas paredes de las que colgaban unas tiras de comic un tanto macabras... Esa cara me suena... ¿Cómo se las habrá apañado Ángel para que casi antes de tocar tierra ya tengan una exposición suya en este planeta? Está claro, porque él lo vale!!

También debe ser que sonríe y le van bien las cosas.

¿nos encontraremos en esa biblio-cafetería todos los pasajeros del barco?

domingo, octubre 15, 2006

Haciéndome la listilla...

Esperando el momento del desembarco a Bibliotón, estuve todo el día anterior encerrada en mi camarote confeccionando una lista con todos aquellos libros que nunca leí porque ...

... mi madre me los prohibió de pequeña, y en infranqueables repisas lucían sus lomos desde las estanterías del salón, desafiantes: El Decamerón, la Celestina...

... nunca salen en edición de bolsillo: El Quijote, la Biblia...

... me harán más sabia pero... ¡En fin! Nunca encuentro el momento y prefiero leerme una revistilla: El Dardo en la Palabra, los de José Antonio Marina, ejem...

... me aconsejó ese amigo pretenciosillo, tras la sombra de la certeza de que en realidad me van a aburrir: Ulises, Trópico de Cáncer...

... los compré en un calentón de best-sellers aqui-te-pillo-aqui-te-mato y están ignorados, por no decir olvidados, en la última balda de los tiempos: Todo un hombre, Tokio Blues...

... los presté y no me los devolvieron... ¿un libro siempre debe devolverse, o tal vez nunca debe de prestarse?

... y los que no leí... pues... pues porque... en fin! Sn excusas.

Y por supuesto, esas pequeñas joyas, oasis de mi imaginación, que volvería a leer una y mil veces.

¿Dónde he dejado mis gafas?

OOOOOHHH SIIIIIIIIIIIII ¡¡¡¡¡¡¡¡

¡Me gustan los libros!

sábado, octubre 14, 2006

Sonríe, es contagioso

El barco ha vuelto a detenerse, un nuevo destino, un nuevo planeta que visitar. Esta vez no se escucha nada ni dentro ni fuera del barco, todo es silencio.
Mel pasa como una exhalación por la rampa llevándose por delante a todo el que se le cruza.

A pesar de haber recibido un pisotón durante la fuga de Mel, yo estoy contenta, lamo mi dolorida pata consiguiendo con una rapidez inusual que se pase el dolor.

Bajo del barco y llego al planeta, veo a Mel cabizbajo, y a un montón de gente sentados frente a mesas enfrascados en su lectura, muchos de ellos con cara de enfurruñados.

Yo no puedo evitar sonreír. Al pasar junto a Mel me rozo contra su pierna y le sonrío, noto como parece reconfortarle, aunque momentos después empieza a estornudar y todos los lectores vuelven a protestar molestos por el ruido.

Empiezo a caminar entre las mesas de los lectores, con mi estilizada silueta y el rabo hacia arriba ondulante. Noto como en la cara de los lectores junto a los que voy pasando se esboza una sonrisa, aunque ellos apenas lo perciben y prosiguen con su lectura. No se si será porque nunca han visto a un gato sonriendo o porque mi sonrisa es contagiosa.

Me inclino a pensar que se trate de la segunda opción, ya que yo estoy así de sonriente desde hace unos días, cuando en el barco me cruce con el señor Altair que irradiaba felicidad, en su cara había una sonrisa que parecía salir desde su interior, tan contagiosa que aun yo la voy contagiando a los seres con los que me cruzo.

Me pregunto ¿uno sonríe cuando le van bien las cosas? o ¿le van bien las cosas cuando sonríe...?

viernes, octubre 13, 2006

Pasando página...

Esta vez bajo corriendo por la pasarela. Adelantando a Pepa, dándole un empujón a Ángel, casi pisando al gato... ¡¡Quiero ser el primero en saludar a los nativos de este nuevo planeta!!¡¡¡Quiero mi momento de protagonismo!!!

-Ejem,ejem... Damas y caballeros de este simpático asteroide. En nombre de la tripulación de "Los Mundos Pequeños", yo os saludo con el honor y la emoción que se debe a un...

-¿¿¿TES QUIERE CALLÁ DE UNA VÉ, JOÉ???- me grita un nota desde una mesa.

-¡¡¡¡SSSSSSSSSSSSSSSSSSSH!!!!- un coro de morros apretados.

-¡¡SI QUIERE CHARLÁ, TE VAS AL PUTO VACÍO ESTELAR!!- me suelta un ancianito de pelo blanco.

- ... -este soy yo, que no digo nada y me encojo hasta hacerme minúsculo.

BIBLIOTÓN: una biblioteca planetaria con todos los libros del universo y 30.000 millones de silenciosos habitantes que leen sin cesar...