martes, junio 17, 2008

La Casa Assombrada

Como una lapa aérea, no me despego de la cubierta, nunca tengo suficiente brisa, suficientes azules.

El horizonte lineal, es la pantalla de pensamientos que se me muestran alucinantes, como delfines jugando, como aletas de tiburones emergentes.

Me siento encantado, en el sentido brujeril de la palabra, y despierto brevemente, solo un instante cada vez que una mano de espuma se estrella en nuestra quilla.

Recuerdos que nunca creí tener aparecen como medusas extrañas… y los reconozco como medusas que nunca quise tocar, demasiado tarde…

Si mi mente fuera una casa… en aquella tierra firme y seca… seria una casa assombrada, una fiesta de fantasmas.

Quiero mudar a otra casa asombrada, donde los árboles viejos invadan las mentes con su frescor, secuestren las sombras e impongan la monarquía absoluta del silencio vivo.

lunes, junio 02, 2008

No es la primera vez que me invade un abotargamiento infame.
Pero si esta desidia pesada y persistente, conquista mis secretos, desembarca en las ínsulas de mi memoria, recoge amarras sin viento en las velas y hace fogatas nocturnas de mis confesiones inflamables...
... debe ser que se aproxima la noche de San Juan.

Allá a lo lejos veo un planeta.