¡Adiooooos!
Todos estamos en cubierta, alertados por el extrañísimo ruido… el barco esta rodeado de burbujas, ninguna más pequeña que nosotros, y cada una de ellas con una joya-sorpresa dentro… Nos miran con curiosidad, pero evitando el contacto… Han visto lo que le paso a la que se acerco a Erika… Surge cierta inquietud a bordo:
- ¿Dónde esta el chico de oro? – pregunta alguien…
- el pequeño buda ha desaparecido
- Tendría miedo...
- Será como el amo del calabozo, aparecerá y desaparecerá cuando más incordie…
Pero estas cosas parecen tener más miedo de nosotros que nosotros de ellas…
Erika no parece sentirse culpable por haber dejado caer a ese personaje… De hecho lo despide con la mano, sonriente mientras lo ve caer, asomada por la borda…
Yo tampoco me siento especialmente mal viendo como eso cae… y nadie comenta nada al respecto…
¿No es demasiada indiferencia? ¿O es que simplemente estamos embelesados?
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