viernes, julio 28, 2006

Lluvias y flores

Tal y como era de esperar, después de la tormenta llegó la calma, y con ella las flores que aparecen tras una lluvia caladera.

Esas flores brotan silenciosas en el interior, quizás no sean visibles desde fuera, pero yo ya siento sus semillas germinando dentro de mi.

Lo esencial es invisible a los ojos; no se ve si no se mira con el corazón.