viernes, abril 21, 2006

La cabeza del Dr. Lemuel

Dormito en la calidez roja. Soy una liliputiense hollando plácida esta enorme cabeza peluda. La brisa recorre ruidosa la superficie, en rítmicos y broncos sonidos. Parece que Gulliver estuviese dormido.

Entorno los ojos. Acompaño al nómada en los largos viajes a mundos extraños, mucho más raros que yo. Mientras, acaricio la suavidad de un mechón de pelo. Tal vez nos encaminemos a Houyhnhnm, y viviremos para siempre en los establos junto a caballos sabios. ¿Mi gigantesco acompañante está planeando un viaje?

Abro los ojos con pereza y me incorporo. La luna ilumina furiosos reflejos encarnados. El paisaje es siniestro y perturbador, y poderosamente bello. Deslizo nuevamente mi cuerpo sobre la superficie aterciopelada.

Estoy imaginando tu rostro.