Las 7 vidas de un gato
Mi padre era un gato y tuvo 7 vidas como todos. El viernes pasado agotó la última.
Sólo puedo decir que cada una de las que vivió lo hizo intensamente, unas más feliz, otras menos... pero siempre a su manera.
Está última ha durado alrededor de un año y creo que ha sido bastante feliz, al menos se que la apuró hasta el último momento como él quiso. Pasó los últimos momentos solo, pero fue su elección, casi todos los gatos solemos hacerlo si nos lo permiten, desaparecemos cuando vemos llegar el final y que nos encuentre ya pasado el trance.
En su caso ni siquiera vio llegar el final, aunque para los demás era bastante evidente que tenía que llegar en un momento u otro.
Hasta para el último adiós fue especial, a lo grande y acompañado por el número 19 que tantas veces lo llevó a uno de sus mundos favoritos. Esta vez el viaje es sin regreso.
Un beso allá en el mundo pequeño o grande en que te encuentres ahora.
3 Comments:
Sin palabras... estoy muy conmovido
Un beso muy, muy grande desde Beverly, Massachusetts de tus amigos Pilu y Daniel.
Muy bonito lo que has escrito de tu padre.
No quiero mirar el cielo porque temo que mi alma quiera marchar
ese alma que ansía su libertad perdida
Al mirar el cielo soy consciente de las cadenas que me atan
como un yugo opresor a este miserable mundo
Sí, he sido consciente de mi prisión, he roto esas cadenas y mirado el cielo; ya no lo temo
y mi alma feliz marchar hacia él.
Francisco José Fernández García
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