viernes, enero 19, 2007

Bigote, my friend.

Tengo que dar un paseo por este planeta… aunque sea un planeta frustrador, es un planeta hermoso. Sin sorpresas, caminaré por sus lugares con la seguridad de recorrer senderos despejados de toda sombra expectante, un lugar real, mas allá de toda certeza concebible.

Caminaré, no obstante con paso inseguro, con piernas débiles. Caminaré añorando un bastón, o un hombro, o un amig@ entero. Inseguro en la medula de los huesos, inseguro en las rodillas, inseguro en el equilibrio, pero certero en la expectativa; los rincones románticos que veré en los atardeceres serán inefables.

Lo visitaré también, con los puños cerrados, con los nudillos blancos, con los dientes apretados, con los esfínteres endurecidos, amigos míos. Lo haré así, porque cada frustración fraccionada que me salga al paso, murió luchando hasta el final por la supervivencia, por la inmortalidad… y no evitaré la rabia primero, y la desesperada conspiración para reventar este onírico hades, después.

Así que abandonaré el camarote, y buscaré con hocicos de perro brutalmente encarnado en su instinto, eso que primero avente, eso que primero brille lo suficiente, eso que me enrabie con el entusiasmo exótico propio de los de mi amnésica estirpe.