martes, enero 31, 2006

De Bucaneros y asteroides

" Si pal demonio mi alma, pues para ti mi corazón"

Era la primera vez que tenía algo tan valioso en mi poder. No podía borrar de mi cara la estúpida sonrisa de satisfacción del que se sabe dueño de lo que todos ansían. Podría ser el dios de mi propio planeta, podría ser el universo de los que sueñan con llegar al mañana, podría ser la paloma de la paz en el mundo de Noé, el antídoto a todas las enfermedades, la caja de Pandora vacía de Esperanza. Todo.

Sonreí de nuevo, mientras mi tripulación levaba anclas y el viento del sur nos mecía entre sus brazos. Sonreí y lo miré de nuevo. Mi tesoro, mi billete a la libertad, mi piedra filosofal, mi príncipe azul, mi bajel pirata, mi patente de corso, mi jaula de cristal...

-¿Te gusta mi cordero?- Preguntó el príncipe de bucles dorados mientras me miraba con sus ojos azules e inocentes.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Al abordaje¡ y acaba con todos¡

12:24 p. m.  

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