domingo, febrero 26, 2006

¿Eres tú? Casi no te reconozco...

... ya empiezo a escuchar los lamentos. Desde la barca con la que nos dirigimos hacia la orilla, desde el más oscuro rincón de las gargantas, desde las voces vacías, desde mi estómago revuelto.

Retumban sollozos primigenios, atávicos.

Mis pasos desnudan el camino del páramo. Aún siento los vestigios de lo que tiempo atrás pareció ser un vergel. Quién sabe, a lo mejor es una visión absurda de mi cabeza. Es todo tan triste...

Una voz silbante acaricia mi cara: "¿Eres tú? Casi no te reconozco...".

- No señor, creo que se equivoca, aquél a quien espera no viene en este barco, al menos eso creo...

- ¿Qué te dijeron?

- Que volverían, estoy segura...

- Entonces, diles que seguimos esperando. Préstame tus brazos, tu suave sonrisa y tu alma, necesitamos que transmitas este mensaje de amor y espera...

Sus pupilas se quebraron y me abrazó, envolviendo mi cuerpo en un cariño estremecedor, una cálida y anhelante manta de imágenes y suspiros apagados. Una ternura más fuerte que yo hizo que cerrara mis brazos en torno a él, y sentí a través de su pecho el chasquido del llanto reprimido. Uní mi rostro a sus rogantes mejillas. Inhalando su aire exhalado, respiré... "mañana volverán". Entre mis dedos se fue gestando la delicada textura de la esperanza con el roce del hombre agradecido y amado.

Los vientos cambian, y gotea la pegajosa miel de los últimos días desde la luna de agosto. La luz del atardecer señala una nueva estación: septiembre está a punto de comenzar.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Monstrua Gotica¡ Cada vez me gusta más como escribes¡ Soy tu Salieri¡

10:00 p. m.  
Blogger Angel said...

Eres fantastica

10:54 p. m.  

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