jueves, agosto 10, 2006

… y los monjes, en sus abadías, fabrican yogures probióticos.

Y las monjas elaboran patatas caseras en los conventos.

Qué deliciosas cosquillas las de las olas doradas lamiendo mis pies en estas playas de arena negra. Me desnudo, me sumerjo en el mar de cebada; el lúpulo amarga mi paladar, la espuma me susurra al oido frívolamente, el dorado ilumina el cielo de un débil sol.

Abro bien los ojos y la boca. Voy a beberme el mar.

Esperando que nadie haya tirado alguna compresa usada.

2 Comments:

Blogger Angel said...

hics!!

He bebido tanta birra de este mar de cereza que man dao gases...
Cuidao a quien se acerque por donde estoy nadando que las burbujas que explotan en la superficie a mí alrededor nada tienen que ver con yakusi alguno.

5:13 p. m.  
Blogger MEL said...

¡¡¡¡METANO!!!!¡¡¡¡METANO!!!!

¡¡¡¡QUE NADIE ENCIENDA UNA CERILLA AL LADO DE ÁNGEL!!!!

5:52 p. m.  

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